Igual que en el caso del petróleo, la región que más ha aumentado en reservas de gas ha sido Asia-Oceanía, donde el total de reservas probadas de gas natural ha crecido por encima del 25%. Una nueva auditoría de los datos de Australia (obtenidas de Geoscience Australia) multiplican por 2,6 las cifras del año anterior. Este país se sitúa ya en la cuarta posición entre el grupo de mayores recursos gasistas del mundo.

Por áreas geográficas, de los 194,7 billones (10¹²) de m³ estimados de reservas probadas, casi el 40% están en Oriente Medio; el 30,3% se ubican en el territorio de la CEI, sobresaliendo en concreto Rusia, con el 23% de las reservas mundiales y un 20% en Asia-Oceanía. Junto con América del Norte (relacionado en este caso directamente con un aumento del gas no convencional), son las únicas áreas geográficas que han tenido un registro de aumento de reservas. De hecho América del Norte está en unas cuantías de reservas que incluso son superiores a las del año 1970, después de 40 años de intensos niveles de producción y consumo.

Después de la Federación Rusa (44.900 bcm estimados de reservas) siguen Irán, Qatar, Australia, Arabia Saudita (un país que no realiza actividad exportadora y que cuenta con 7.700 bcm), Estados Unidos, Abu Dhabi, Nigeria, Venezuela y Nigeria, estos dos últimos países con unos recursos de más de 5.000 bcm de gas.

Algunos datos disponibles señalan que en el entorno mundial, las inversiones en la actividad de exploración y perforación de nuevos yacimientos retrocedieron durante el 2009. Las razones han sido los bajos precios del producto en el mercado, la debilidad de la demanda y el endurecimiento de las condiciones financieras. En EE.UU. las previsiones de la agencia Energy Information Administration para 2010 señalan un descenso de su producción de un 4%.

Nuevas técnicas como perforación horizontal y fracturas hidráulicas de rocas, son las técnicas utilizadas para la producción de gas no convencional. Las perspectivas de recursos y producción son muy altas, y se sigue avanzando en los métodos de explotación. En la comunidad científica existe un cierto consenso en la idea de que la técnica de extracción llamada despresurización, es el método más económico.