El consumo mundial de gas natural repuntó un 4,6 % en 2021, más del doble de la caída observada en 2020.

El consumo mundial de gas natural repuntó un 4,6 % en 2021, más del doble de la caída observada en 2020. El fuerte crecimiento de la demanda en 2021 estuvo impulsado por la recuperación económica que siguió a los confinamientos del año anterior por la pandemia mundial del Covid-19 y por una sucesión de condiciones climáticas y eventos meteorológicos extraordinarios.

La coyuntura del sector gasista a nivel global estuvo marcada por el fuerte desequilibrio entre oferta y demanda, que pasó de una situación de exceso de suministro a otra caracterizada por un mercado ajustado sin capacidad de producción excedentaria.

La producción de gas y GNL mundial creció, pero no en la misma medida que la demanda. La falta de inversiones en los últimos años, en exploración y producción, el retraso de los planes de mantenimiento planificados que fueron alterados en 2020 por la crisis sanitaria y las indisponibilidades de algunas instalaciones productivas dificultaron ofrecer al mercado todo lo necesario para atender en tiempo la creciente demanda.

Europa vio aumentar así su consumo durante 2021 gracias a la recuperación económica y una mayor participación de los ciclos combinados a gas en el mix de generación. En este contexto, Europa tuvo que competir con Asia por la producción disponible de GNL, en un escenario de escasez de la oferta global, al tiempo que vio disminuir su producción autóctona y la progresiva reducción del suministro ruso.

Esta situación condujo a un fuerte aumento de precios, durante todo 2021 y, en particular, a finales de año, registrándose subidas de las cotizaciones hasta alcanzar máximos históricos acompañadas de una extrema volatilidad.

El sector gasista demuestra su resiliencia en un contexto de volatilidad e incertidumbre

El sistema gasista español demostró de nuevo su fortaleza en 2021, un año en el que volvió a operar con total normalidad, garantizando el suministro de gas natural a todos los consumidores durante las 24 horas de todos los días del año.

Tras un 2020 marcado por las restricciones impuestas por la pandemia del Covid-19 y la caída de la demanda respecto a ejercicios anteriores, el 2021 registró un aumento del consumo de gas natural debido a la reactivación económica, impulsado sobre todo por la demanda del sector industrial. Esa recuperación de la actividad se enmarcó en un contexto global de elevados precios de la energía, sobre todo en la segunda mitad del año, que impactó en la factura energética de hogares e industrias, y reforzó la relevancia de la garantía de suministro.

La red de infraestructuras gasistas de España es un referente europeo por la diversificación de su aprovisionamiento. España cuenta con seis plantas de regasificación operativas, que recibieron gas natural licuado (GNL) de 14 orígenes distintos, y que representaron el 54% del aprovisionamiento total de gas en 2021.

Si bien España mantiene sus conexiones internacionales con Portugal, Francia y Argelia, el 31 de octubre dejó de estar operativa una de las dos conexiones existentes con el país norteafricano, al finalizar el contrato para vehicular el suministro de su gas a través de Marruecos.

Este hecho propició la adopción de medidas extraordinarias que, en coordinación con el Gobierno de España y los agentes del sector, permitieron reforzar la seguridad del sistema gasista español. Una de ellas fue la adjudicación de ‘slots’ adicionales para facilitar una mayor descarga de gas natural licuado en las plantas de regasificación. De este modo, la campaña de invierno se inició con unos niveles de capacidad contratada de gas natural superiores a los de los inviernos precedentes.

El mercado ibérico no fue ajeno a la alta volatilidad registrada en los precios en todos los mercados europeos, con los que ha mostrado un alto grado de correlación. Tomando como referencia que el 21 de mayo de 2020 se fijó el precio mínimo histórico, 4,32 €/MWh, para el gas con entrega el día siguiente, este mismo producto (MIBGAS D+1) con entrega en el PVB, ha registrado un precio medio anual de 47,31 €/MWh durante 2021, pero una cotización que ha variado desde un mínimo de 14,92 €/MWh hasta un máximo, registrado el 21 de diciembre, de 183,00 €/MWh.

Informe Sistema gasista español 2021 sedigas 03
El consumo mundial de gas natural repuntó un 4,6 % en 2021, más del doble de la caída observada en 2020
En 2021 la demanda total de gas natural creció en España un 5,1% con respecto al año 2020, situándose en 378,4 TWh. Esta cifra representó un 9,2% superior a la media de los últimos diez años y la segunda más alta desde 2011. Esta demanda de gas natural evito la emisión de 27,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
El crecimiento del consumo total se debió en gran medida al aumento de la actividad económica tras el parón de 2020 causado por la pandemia y a las temperaturas más frías registradas durante el temporal Filomena a principios de año.
Por sectores, la demanda convencional, destinada a hogares, comercios e industria, registró un incremento del 6,2% alcanzando los 288 TWh, mientras que la demanda para generación eléctrica aumentó un 1,7% hasta alcanzar los 90,4 TWh, la segunda cifra más alta de demanda desde 2011. En este sentido, hay que destacar el papel de los ciclos combinados, que evitaron un colapso del sistema eléctrico en medio de un temporal de frío y nieve sin precedentes, supliendo la menor contribución de generación eléctrica de la hidráulica y nuclear, garantizando con su flexibilidad y eficiencia el suministro eléctrico a hogares e industrias.
La demanda de gas experimentó su principal aumento durante la citada ola de frío, registrada entre el 1 y el 17 de enero, registrándose un incremento extraordinario de 3.760 GWh respecto a los valores previstos en condiciones normales de temperatura. El 12 de enero de 2021 se registró un nuevo récord de demanda convencional, alcanzando 1.298 GWh/d y superando el valor máximo anterior de 1.249 GWh/d del 3 de febrero de 2012.
A lo largo de 2020 se produjeron avances en los ámbitos de los gases renovables, principalmente biometano e hidrógeno verde, que representan dos vectores energéticos clave para la transición hacia una economía descarbonizada, especialmente en sectores de difícil electrificación como la industria o el transporte pesado.
Entre los hitos registrados durante el año, destacan la aprobación en mayo de 2021 de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que fomenta la penetración de los gases renovables, incluyendo el biogás, el biometano, el hidrógeno y otros combustibles en cuya producción se utilicen exclusivamente materias primas y energía de origen renovable o permitan la reutilización de residuos orgánicos o subproductos de origen animal o vegetal.
Con el precedente de la Hoja de Ruta del Hidrógeno, aprobada en octubre de 2020, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) sacó asimismo a información pública en julio de 2021 la propuesta de Hoja de Ruta del Biogás. El borrador de texto normativo incluía 43 líneas de actuación, y se proponía como principal objetivo multiplicar por 3,8 al final de esta década la producción en España de este gas renovable, lo que evitaría la emisión de 2,1 toneladas equivalentes de CO2 al año.
Biometano
El 2021 cerró con 146 instalaciones de producción de biogás, 17 más que en 2020, con una producción energética conjunta de 2,74 TWh. La planta de gas renovable Elena, situada en Cerdanyola del Vallés (Barcelona), junto al vertedero de residuos controlado Elena, comenzó a inyectar biometano en la red de distribución de gas, uniéndose de esta forma a la de Valdemingómez en Madrid. En 2021, las dos únicas plantas en España que convierten el biogás que producen a partir de residuos en biometano y lo inyectan en la red gasista.
Comparado con el resto de Europa, donde hay cerca de 19.000 instalaciones y 725 inyectan biometano a la red gasista, el biogás ha experimentado un desarrollo modesto en España. Sin embargo, el país atesora un gran potencial y cuenta con industrias de gran tamaño en el sector agropecuario, en el agroalimentario y en la gestión de residuos, que pueden activar el mercado rápidamente.
De hecho, son muchos los proyectos y acuerdos que surgieron en 2021 para el desarrollo y puesta en operación de unidades de producción de biometano. Entre ellos destaca el liderado por Enagás para conectar a la red gasista la planta de producción industrial que Biometagás tiene en el municipio de La Galera (Tarragona).
Otros ejemplos son la estrategia Albacete Green Energy, que incluye la puesta en marcha de dos proyectos en la ciudad de Albacete para inyectar biometano en la infraestructura gasista de Nedgia; el proyecto del Ayuntamiento de Llíria (Valencia) para obtener gas renovable generado de sus residuos urbanos o el acuerdo firmado por Enagás, Genia Bioenergy, Naturgy y Nedgia con la con la Generalitat Valenciana para impulsar la producción de 87 GWh al año de gas renovable a partir de la paja del arroz para su posterior inyección en la infraestructura gasista.

Hidrógeno Verde
España demostró en 2021 su ambición y potencial para convertirse en un hub de distribución de este gas renovable para toda Europa, con la puesta en marcha de diferentes proyectos alineados con la “Hoja de Ruta del Hidrógeno”, aprobada por el Gobierno a finales del año 2020, que reconoce el papel clave del hidrógeno verde para que España alcance la neutralidad climática en 2050.
De hecho, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia diseñado por el Gobierno para canalizar los fondos destinados por Europa para reparar los daños provocados por la crisis del Covid-19, incluye un apartado dedicado exclusivamente al desarrollo del hidrógeno verde en España, para el que se prevén unas inversiones de 1.555 millones de euros y la creación de un Cluster del hidrógeno renovable que concentre la producción, transformación y consumo a gran escala así como la creación de un sistema de garantías de origen.
Hay que destacar también la Estrategia de Almacenamiento Energético aprobada por el Gobierno, con el Hidrógeno Verde como tecnología clave para reducir las emisiones de sectores difíciles de descarbonizar, procesos industriales de alta temperatura o medios de transporte.
En este ámbito destaca la construcción de la primera planta fotovoltaica del proyecto Power To Green Hydrogen Mallorca, liderado por Enagas y Cemex, que generarán electricidad renovable para alimentar la planta de producción de hidrógeno de Lloseta, que producirá más de 300 toneladas de hidrógeno verde al año y contribuirá a posicionar a España como el hub del hidrógeno renovable de referencia en el sur de Europa.
En octubre de 2021 se anunció asimismo el acuerdo entre LatemAluminium y Enagás para el desarrollo de un proyecto industrial de hidrógeno verde, pionero en España, por el que impulsarán dos plantas de producción de hidrógeno verde en Castilla y León. Enagás participará, asimismo, a través de su filial Enagás Renovable, en el desarrollo de una planta de hidrógeno verde en Aragón junto a la a Compañía Energética Aragonesa de Renovables (Cear).
Naturgy también presentó varios proyectos para producir hidrógeno verde, uno de ellos junto a Enagás con el objetivo de convertir la planta de regasificación de El Musel (Gijón) en una instalación destinada a la exportación de hidrógeno. Ambas compañías desarrollan junto a Exolum el proyecto Win4H2, la primera gran alianza de hidrógeno verde para el ámbito de la movilidad en España, que comprende el desarrollo de una red de 50 hidrogeneras.
Todos estos proyectos e iniciativas son esenciales para promover el desarrollo de los gases renovables en nuestro país y aprovechar los múltiples beneficios que en términos ambientales, sociales, económicos y de seguridad del suministro nos proporcionan. Los avances que están logrando las distintas tecnologías que aplican, así como sus datos, estudios y los agentes implicados, están permitiendo impulsar el avance de la transición energética hacia una economía descarbonizada. En este sentido, la infraestructura gasista será clave para transportar y almacenar tanto el hidrógeno verde como biometano.

El gas natural y los gases renovables se consolidaron en 2021 como fuentes energéticas que ofrecen una solución para mejorar la calidad del aire y descarbonizar las diferentes soluciones de movilidad. El aumento del consumo de gas natural en el transporte y el incremento del número de vehículos a gas natural demuestra de que el gas se ha consolidado como una opción económica y ecológica, especialmente para el transporte profesional de mercancías y pasajeros.
Según datos de Gasnam, en 2021 el consumo de gas natural en el transporte marítimo y terrestre aumentó un 26%, alcanzando los 3.808 GWh. De estos, 2.838 GWh se han utilizado en movilidad terrestre, con GNC y con GNL, y 971 GWh se han destinado a la movilidad marítima. Destaca el fuerte incremento del consumo de GNL en el transporte terrestre, con una subida del 57,3%, alineado con el fuerte crecimiento en las matriculaciones de vehículos pesados en 2021.
En cuanto al parque de vehículos a gas natural, alcanzó en 2021 un total de 32.667 unidades. Destaca especialmente el incremento de las matriculaciones de camiones de GNL y GNC, en un 34% y un 60% respectivamente, respecto al año 2020. Los vehículos industriales pesados ganan cuota de mercado este año con respecto a 2020, aumentando su participación del 3% al 4,1%.
La red de repostaje de gas también creció, con la apertura de 13 nuevos puntos de suministro de GNL y 15 de GNC, para totalizar 191 puntos de suministro en España.
El 2021 fue también el del inicio del despegue del hidrógeno como combustible para vehículos, con la matriculación de 9 turismos y 2 autobuses, y la apertura en Madrid de la primera hidrogenera de España para el suministro de hidrógeno a vehículos eléctricos de pila de combustible.
El aumento de la logística de última milla, impulsada por el auge del comercio online, puso de manifiesto también el potencial del gas para descarbonizar un sector de forma rápida, accesible y eficiente. En este sentido cabe destacar la participación de Enagás e ILUNION en Llewo, operador líder de última milla logística mediante vehículos propulsados por gas natural vehicular (tanto, GNC como GNL), que anteriormente operaba bajo la marca comercial Gas2Move. Actualmente está desarrollando también el uso de otros vehículos basados en biogás, electricidad e hidrógeno, que marcarán la pauta futura en la última milla logística.
Los gases renovables, especialmente el biogás y el biometano, también comienzan a representar una proporción estimable entre las fuentes de suministro del sector del transporte. Una de las grandes ventajas para el desarrollo del biometano en el sector reside en el hecho de que tanto la infraestructura de transporte y distribución de gas natural como los propios vehículos que operan con este combustible son 100% compatibles con este gas renovable. Esto es especialmente aplicable al transporte pesado de largo recorrido, un segmento en el que el biometano es una realidad en continuo crecimiento. Una muestra ha sido el inicio del suministro de biometano por parte de Redexis a los autobuses del Consorcio de Transportes de Zaragoza.
Transporte marítimo
España continuó fortaleciendo su posicionamiento como referente en Europa de las operaciones de bunkering de GNL, al contar con una industria e infraestructuras de GNL y portuarias destacadas a nivel mundial. Este combustible se vislumbra como una solución eficiente para reducir las emisiones del sector marítimo.
En 2021 se realizaron un total de 943 operaciones de abastecimiento de GNL como combustible para buques, un 27% más respecto al año anterior, según datos de Gasnam. En total se suministraron 142.523 m3 de GNL, de los cuales un 64,87% se ha realizado desde camiones cisterna, un 34,13 % desde un buque de suministro y el 1 % restante desde una terminal de regasificación.
También se incrementaron el número de puertos del territorio nacional que suministraron GNL a buques durante todo el 2021: Algeciras, Almería, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Cartagena, Denia, Ferrol, Gibraltar, Gijón, Huelva, Málaga, Motril, Tenerife, Valencia y Viana do Castello. Siendo el primer año para los puertos de Cádiz, Gijón y Motril. Los puertos de Barcelona (230 operaciones y 60.951 m3) y Valencia (240 operaciones y 27.174 m3) concentraron el mayor número de operaciones y volumen suministrado.
En 2021 se contabilizaron 368 buques propulsados por GNL, de los cuales 247 están ya en operación. Fue también un año récord en la contratación de embarcaciones propulsadas por GNL en el mundo: un aumento de 240 naves nuevas bajo pedido, cifra que supera a la suma de todos los realizados en los últimos cuatro años.