Gases renovables, aliados de la descarbonización

Los gases renovables, biometano e hidrógeno verde principalmente, son grandes aliados para España en el camino hacia una economía circular baja en carbono y la consecución de los objetivos de lucha contra el cambio climático y la mejora de la calidad del aire.

España posee un gran potencial para la producción y distribución de estos gases, que serán clave para la descarbonización del sistema energético y el proceso de transición hacia un modelo neutro de emisiones en 2050, particularmente para los sectores de difícil electrificación, como la industria calor-intensiva – que requiere un alto poder calorífico en sus procesos productivos – o el transporte pesado.

A pesar de este gran potencial, el desarrollo de los gases renovables en España dista de la de otros países de nuestro entorno con un potencial parejo al nuestro, como Francia o Alemania. Según datos de la Comisión Europea, España es el tercer país de la Unión Europea con mayor potencial para producir biometano, pero hoy en día está en la cola respecto al número de plantas de producción.

No obstante, se están desarrollando ya los primeros proyectos pioneros de biometano inyectado en las redes de transporte y distribución gasista: Valdemingómez (Madrid), el primer proyecto en España con inyección en la red de transporte, Elena (Barcelona), Torre Santamaría (Lleida),  EDAR Bens (A Coruña) y UNUE (Burgos).

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La aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética en mayo de 2021, que promueve los gases renovables a través de una serie de disposiciones que fomentan su desarrollo, ha sido un primer paso necesario para aprovechar todo este potencial, al igual que el borrador y luego la definitiva Hoja de Ruta del Biogás (publicada en marzo de 2022), que el sector gasista demandaba desde 2017 como instrumento fundamental para la promoción y desarrollo del biogás-biometano en nuestro país.

No obstante, y a pesar de aplaudir su publicación, el objetivo establecido sigue siendo poco ambicioso (10,4 TWh anuales de biogás) en el horizonte del 2030.

Esta hoja de ruta reconoce en cualquier caso la relevancia del biogás y el biometano en otros ámbitos más allá del energético, como la economía circular, el reto demográfico y la transición energética justa e inclusiva. Los gases renovables proporcionan destacados beneficios ambientales, económicos y sociales, sobre todo en las áreas rurales y en el sector de la gestión de residuos, facilitando al tiempo la reducción de nuestra dependencia energética del exterior al tratarse de un recurso autóctono.