El proceso de descarbonización marca el futuro del gas

Tres han sido los factores que han marcado la evolución del sector de gas en 2019. Por un lado, el gran incremento de la demanda, la más alta de la década con un aumento del 14% respecto al año anterior. En segundo lugar, el incremento del parque de vehículos de gas natural, un 60% más hasta alcanzar las 22.814 unidades. Y por último, el creciente papel de los gases renovables (biometano, hidrógeno renovable y gas sintético) en el proceso de descarbonización. Todo ello en un año en el que la Comisión Europea ha reafirmado el papel clave del gas para luchar contra el cambio climático.

La demanda de gas natural en España ha cerrado 2019 con un crecimiento de en torno al 14% con respecto al año anterior, hasta alcanzar 398 TWh. Se trata del incremento más elevado desde 2010. Dos han sido las causas de este registro. Por un lado, la elevada demanda de gas natural para la electricidad y por otro un mayor consumo en el sector industrial.

La demanda de gas natural para la generación de electricidad ha crecido en 2019 alrededor de un 80% con respecto al año pasado, hasta alcanzar 111 TWh, lo que supone la cifra más alta desde 2010. Este fuerte incremento se ha debido fundamentalmente a una mayor participación del gas natural en el hueco térmico frente al carbón —en un contexto en el que los precios del gas natural son más competitivos— y a una baja generación hidráulica este año debido a las condiciones meteorológicas.

En cuanto a la demanda industrial, ésta representa alrededor del 54% del consumo total de gas natural, alcanzando los 214 TWh, en torno a un 2% más con respecto al año anterior. Esta es la cifra más alta desde que se tienen registros desagregados de consumo industrial. La demanda ha crecido en casi todos los sectores industriales, especialmente en el sector servicios.

Hay que remarcar también que en un contexto de altos niveles de almacenamiento de gas natural licuado (GNL) y de precios más bajos que en el resto de países europeos, España incrementó sus exportaciones de gas natural a Europa por los Pirineos en los dos últimos meses del año.

Otra de las noticias destacadas del año ha sido el gran avance experimentado por el parque de vehículos de gas natural que cerró el año con 22.814 unidades, un 60% más que en 2018. Se trata de una muestra más de que el gas se está consolidando como la opción económica y ecológica, especialmente para el transporte profesional de mercancías y pasajeros. La amplia gama de modelos disponible, el precio del combustible, las autonomías de los vehículos y los tiempos de repostaje similares a los de los combustibles convencionales, son factores que han impulsado el crecimiento de las matriculaciones en el año 2019 hasta situar el parque de camiones a gas en 4.190 unidades, 3.688 furgonetas y 3.029 autobuses.

Pero no menos significativo ha sido el avance de las matriculaciones de los turismos que usan gas como combustible. En la actualidad, alcanzan un parque cercano a los 12.000 vehículos en nuestro país (88% mayor que en 2018) de los cuales 5.574 se han matriculado en 2019. Las Comunidades Autónomas en las que se han registrado más matriculaciones han sido la Comunidad de Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y Andalucía.

Por otro lado, reseñar que la red de repostaje de gas natural ha continuado creciendo en 2019 incrementando la capilaridad en todo el territorio. Se han abierto 19 nuevas estaciones de servicio de gas natural, lo que suma un total de 79 estaciones de gas natural comprimido (GNC) y 49 de gas natural licuado (GNL) operativas actualmente. La previsión para 2020 es que el número de gasineras de GNC sea superior a 130 y el de GNL superior a 75.

El gas ocupa un papel básico en el camino hacia una economía baja en carbono
GAS NATURAL FENOSA
En un contexto mundial caracterizado por la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, 2019 ha reforzado también el papel clave que el gas renovable para alcanzar una transición ecológica eficiente, segura y completa.

Los gases renovables (biometano, hidrógeno renovable y gas sintético) tienen un papel clave en el proceso de descarbonización, sin necesitar grandes inversiones al contar con una red de infraestructuras gasistas ya madura para su almacenamiento y transporte.

Los gases renovables pueden aplicarse a distintos usos domésticos e industriales y dotar de respaldo y capacidad al sistema.

A pesar de sus favorables perspectivas, el gas renovable requiere de sistemas de apoyo para una mayor implantación en España, siguiendo la estela del resto de países europeos. En Europa existen 700 plantas inyectando gas renovable al sistema y, concretamente, en Francia se prevé que en 2050 todo el gas sea renovable. Por tanto, queda patente la necesidad de un plan de actuación específico para impulsar el gas renovable en el horizonte del 2030 y del 2050.

En cuanto a los avances del gas renovable en 2019, hay que destacar la Presentación del Plan Nacional de Gas Renovable y la creación de grupos de trabajo con distintos agentes para el desarrollo e impulso de la implantación de dicho gas (biometano, hidrógeno, gas sintético).