La energía renovable es aquella que proviene de fuentes renovables, por lo que el balance de CO2 es neutro, evitando así el impacto ambiental y que, además, se caracterizan por ser fuentes virtualmente inagotables.

Se conoce como gas renovable cualquier gas que proceda o sea producido a partir de fuentes renovables. Dentro del sector energético, cabe destacar el biogás como tecnología más desarrollada a corto plazo, pero, también debe tenerse en cuenta el desarrollo tecnológico del hidrógeno renovable o gas sintético obtenido a partir de excedentes de energía renovable.

Actualmente, los gases renovables son objeto de desarrollo ya que suponen un impacto positivo en la sociedad y en la mejora del medio ambiente.

Los gases renovables son los gases combustibles obtenidos de materias primas o fuentes renovables. Agrupa tres tipos de gases:

  • Biogás, obtenido mediante el proceso de digestión anaerobia de materiales orgánicos biodegradables, principalmente residuos orgánicos domésticos, industriales, agrícolas, lodos de depuradora y deyecciones ganaderas, así como cultivos energéticos.
  • Gas sintético (Syngas), obtenido mediante el proceso de gasificación térmica de materiales orgánicos, principalmente lignocelulósicos (residuos forestales y agrícolas).
  • Hidrógeno renovable o Gas de electricidad (Power to Gas – P2G): es el hidrógeno obtenido de fuentes renovables, como el power-to-gas (producido mediante electrolisis del agua con electricidad renovable sobrante) capaz de ser inyectado más tarde en la red o bien usado para generar biometano. El hidrógeno renovable no es un gas intercambiable al 100% del gas natural.

El biometano se obtiene del biogás mediante un proceso de depuración “upgrading” que mejora el porcentaje de metano en la mezcla. El metano sintético puede obtenerse mediante transformaciones físico-químicas o biológicas a partir del gas sintético (syngas) y del hidrógeno renovable.