La industria del biometano en Europa cuenta con planes de inversión que alcanzan los 18.000 millones de euros en el desarrollo de esta tecnología hasta el año 2030.
Según el primer barómetro de la inversión que ha llevado a cabo la Asociación Europea de Biometano (EBA, por sus siglas en inglés), se invertirán 4.100 millones de euros en los próximos 2 años, 12.400 millones después hasta 2030 y se han identificado 1.000 millones adicionales sin un calendario concreto. Estas inversiones, según la asociación, permitirán lograr beneficios adicionales para todo el sistema, por valor de hasta 7.900 millones al año.
Para garantizar la inyección de capital anunciada es fundamental contar con políticas adecuadas, condiciones marco estables y vías para el uso final a largo plazo.
En España, el Gobierno está revisando ahora mismo el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para ampliar los objetivos de energías limpias. El biometano representa una oportunidad clara y manifiesta de desarrollo y generación de riqueza para el país. Una apuesta por la descarbonización, una mayor independencia energética del exterior y una eficiente gestión de residuos. El estudio del potencial de producción en España realizado por Sedigas así lo avala: más de 2.300 plantas de producción, una inversión estimada en más de 40.500 millones de euros y más de 62 000 empleos directos e indirectos asociados a la operación y mantenimiento de las instalaciones.
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