Principales proyectos e infraestructuras 2018

  • La construcción de la segunda fase del gasoducto (TAPI) que unirá Turkmenistán y la India a través de Afganistán y Pakistán comenzó en febrero en la provincia occidental afgana de Herat, un proyecto que despegó en 2015 y se espera que concluya en 2019. Según las previsiones iniciales, el proyecto costará unos 7.500 millones de dólares y permitirá bombear hasta la frontera india 33.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.
  • En abril las obras del primer hilo del gasoducto ruso Turkish Stream alcanzaron la costa de Turquía tras completar el trazado por territorio ruso y por el fondo del mar Negro. El primer hilo del gasoducto, destinado a suministrar gas ruso a Turquía, estará operativo cuando concluyan las obras del terminal receptor de gas en la localidad costera de Kiyiköy, en la parte europea de ese país, a unos 200 kilómetros de la frontera con Bulgaria. Las obras del segundo hilo -proyectado con la idea de suministrar gas a los países del sur y sureste de Europa, siempre que lo permita Bruselas- concluirán el año que viene.
  • En mayo, el presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, inauguró el primer tramo del Corredor Meridional de Gas, un entramado de gasoductos destinado a transportar el gas natural del mar Caspio al sur de Europa, a través de los territorios de Georgia y Turquía. El segundo tramo del Corredor Meridional, llamado Gasoducto Transanatólico (TANAP), atraviesa todo el territorio de Turquía y desemboca en la frontera con Grecia. Está previsto que el gran entramado llegue hasta Italia a través del futuro gasoducto Transadriático (TAP), que atravesará los territorios de Grecia y Albania. Se espera que en 2020 el gasoducto pueda bombear 16.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, de los que 6.000 millones irán destinados a Turquía y el resto, al mercado europeo.
  • El Gobierno sueco aprobó en junio el permiso para el paso por su zona económica exclusiva del gasoducto Nord Stream II, que suministrará directamente gas ruso a Alemania por el mar Báltico, iniciativa a la que se oponen Washington y varios países europeos. El Nord Stream II es un proyecto de la gasista estatal rusa Gazprom y otras petroleras europeas para duplicar la capacidad del gasoducto actual, en funcionamiento desde 2012, colocando dos tuberías paralelas de unos 1.200 kilómetros de longitud cada una. Estados Unidos y los países bálticos, entre otros, lo consideran un “proyecto político” que lastra el mercado común y su seguridad energética de la UE. El Gobierno finlandés ya había concedido recientemente un permiso similar al sueco para el Nord Stream, por lo que el único país que queda por hacerlo es Dinamarca, que ha aplazado la decisión hasta completar un examen vinculado con cuestiones de seguridad.
  • En junio, los presidentes de cuatro países inauguraron en la ciudad de Eskisehir, en Turquía occidental, el gasoducto TANAP, que transportará a Europa gas natural de los yacimientos de Azerbaiyán. En la ceremonia participaron los presidentes de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; de Azerbaiyán, Ilham Alíev; de Ucrania, Petro Poroshenko, y de Serbia, Aleksandar Vucic. Las tuberías de TANAP recorren 1.850 kilómetros desde la frontera de Azerbaiyán y Georgia hasta Grecia, atravesando toda Anatolia. El objetivo es transportar cada año unos 6.000 millones de metros cúbicos de gas hasta Turquía y luego, a partir de 2020, cuando se complete el gasoducto Transadriático, se enviarán otros 13.000 millones de metros cúbicos de gas a Europa, de ellos, unos 13.000 millones a países europeos. Turquía reducirá con este gasoducto su dependencia energética, hasta ahora casi completa, del gas que importa desde Rusia a través del mar Negro, y varios países de Europa oriental prevén conectarse al TANAP para diversificar sus importaciones.
  • La compañía que gestiona la red de gas polaca, la estatal Gaz-System, y su homóloga danesa, Energinet, dieron en noviembre luz verde a la construcción de un gasoducto que conectará Polonia con los depósitos de Noruega, a través del Mar Báltico y Dinamarca. El gasoducto, que tendrá una extensión de 900 kilómetros y se denominará Baltic Pipe, debe estar operativo para octubre de 2022. El Baltic Pipe permitirá a Polonia diversificar su suministro de gas, que hasta ahora importa casi exclusivamente de Rusia, a la vez que dará a Noruega acceso directo a los mercados polaco y del resto de Europa Central y Oriental, y permitirá a Dinamarca obtener beneficios gracias a las tarifas de tránsito. El gasoducto se une al acuerdo suscrito el pasado noviembre entre Polonia y Estados Unidos para recibir grandes cantidades anuales de gas natural licuado (LPG) estadounidense, que llegará en barcos hasta la terminal de Swinoujscie, en la costa del mar Báltico polaco. El objetivo de Polonia es diversificar sus importaciones de este carburante antes de 2022, cuando expira el acuerdo de suministro a largo plazo con la compañía rusa Gazprom.
  • En noviembre, Bulgaria anunció que construirá un nuevo gasoducto de casi 500 kilómetros de largo que conectará con el proyectado Turk Stream del gigante ruso Gazprom, después de recibir garantías de la empresa estatal rusa. Turk Stream se está construyendo a través del Mar Negro para transportar gas ruso a Turquía y al sureste de Europa, eludiendo así a Ucrania, por donde pasa la mayor parte del gas ruso exportado a Europa.
  • El 20 de diciembre Israel, Chipre y Grecia presentaron el proyecto de gasoducto EastMEd (Mediterráneo oriental). El gasoducto submarino, que será el más profundo y largo del mundo con 2.000 kilómetros de longitud, conectará las reservas de gas en el mediterráneo oriental con el continente europeo. La construcción del gasoducto cuenta con el apoyo de la Unión Europea que vería diversificado su abastecimiento energético, ampliamente dependiente de Rusia. Israel y Chipre descubrieron en sus respectivas zonas económicas gas natural, y se considera que su explotación puede modificar el mapa energético y geopolítico de la región.

Producción de gas en Rusia.