El gas, acelerador del cambio

Rosa María Sanz, Presidenta de Sedigas

Con este informe, la Asociación Española del Gas, Sedigas, hace un balance de los principales hitos del sector gasista en 2018. Un año que se caracteriza por una evolución de la demanda desigual en Europa, pero que se mantiene en España  y que ha evitado 25 millones de toneladas de CO2 en nuestro país. El gas, tanto natural como renovable, es una palanca que acelera el cambio hacia la descarbonización y brinda dos fuentes de suministro para múltiples usos prácticos: residencial, movilidad, industria o ciclos combinados. Este papel clave del gas en su doble variante, se traduce en datos positivos para el sector.

En España ha crecido un 4,5% de la demanda convencional debido a dos factores: el incremento de la demanda doméstico comercial en un 7% y de la demanda industrial en un 4%. La demanda industrial es el 65% de toda la demanda de gas y este crecimiento ha sido generalizado en prácticamente todos los sectores, sobre todo el sector servicios, donde se ha incrementado un 17%, y en el sector de la construcción, donde lo ha hecho un 8%.

En cuanto a la demanda doméstico-comercial, ha aumentado el número de puntos de suministro y el número de clientes de gas en 72.000, lo que ha contribuido a que se incremente la demanda. Cabe destacar que dichas estadísticas están muy influenciadas por la temperatura, por lo que el hecho de haber sido un año más frío que el 2017 ha contribuido también a que suba esta demanda de gas.

Respecto a las comunidades autónomas: las que más han crecido en demanda han sido Cataluña, Andalucía y Valencia. Estas tres comunidades ya sólo mueven el 50% de incremento de demanda.

El Plan de Energía y Clima: una guía para conseguir la descarbonización

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima significa un apoyo al sector gasista. Constituye una primera hoja de ruta para lograr la transición a un nuevo modelo energético y una sociedad descarbonizada.

Dado nuestro total compromiso con afrontar los retos energéticos y medioambientales, desde Sedigas transmitimos algunas consideraciones sobre este Plan para potenciar la necesaria aportación del gas al mix energético y sacar más partido de las ventajas que presenta.

Entre nuestras peticiones se encontraba la implantación de políticas de neutralidad tecnológica, donde se posibilite que el gas cumpla con el papel que le corresponde de energía de presente y futuro, permitiendo la penetración de las renovables de forma responsable a la vez que se reducen las emisiones de CO2. Asimismo, se pidió un apoyo más explícito a la cogeneración, al permitir la reducción del consumo de energía primaria y el aumento de la competitividad de la industria, así como la fijación de mecanismos de capacidad para el mantenimiento de los ciclos combinados, entre otras alegaciones.

El gas renovable ayuda a conseguir los objetivos de emisiones además de contribuir a la economía circular

El gas renovable es una fuente renovable no eléctrica clave para la consecución de los objetivos climáticos europeos. Es un combustible generado a través de los procesos de degradación de materia orgánica local (residuos animales, vegetales y aguas residuales) que actúa como sumidero de CO2 al tener emisiones negativas, reduce los contaminantes atmosféricos para la mejora de la calidad del aire y contribuye a la economía circular.

No solo presenta beneficios medioambientales, sino que el aprovechamiento del gas renovable nacional crearía riqueza -entre 284 y 472 millones de euros al año de aportación al PIB- y empleo local -entre 15.000 y 25.000 empleos-, a través del apoyo al desarrollo rural y fijación de trabajo en entornos agrícolas al implementar proyectos agroindustriales fuertemente ligados al medio.

También supone una alternativa competitiva, ya que es completamente intercambiable por el gas natural y no requeriría inversiones extras para usarlo.

El gas, garante de la seguridad de suministro

Ante un contexto geopolítico cambiante, es necesario recalcar que España tiene un alto grado de diversificación en las fuentes de suministro, tanto a través de los gaseoductos como vía metanero, que garantiza contar con gas para satisfacer las necesidades energéticas del país. Actualmente, 14 países suministran gas a España, contando con barcos de Rusia, República Dominicana y Camerún como novedad de este año.

Además, España sigue siendo líder, tanto en lo que es capacidad de almacenamiento como en el número de plantas de regasificación que tiene. En 2018 se hicieron 192 descargas de buques metaneros, fundamentalmente de Nigeria, Qatar, Argelia y Trinidad Tobago. Estos cuatro orígenes dan el 75% de todo el volumen de gas que ha venido por barco.

Además, se incrementan también las exportaciones de gas que se hicieron hacia el exterior. En 2018 fue la primera descarga de GNL, de barco a barco, que se hizo en España y que está dentro del plan para fomentar el gas como una solución para movilidad marítima.

La movilidad a gas es una solución para mejorar la calidad del aire

El gas para uso vehicular es el combustible más eficiente, limpio y sostenible ya que conjuga importantes ventajas medioambientales, a través de la reducción de emisiones tanto de CO2 como de contaminantes.

Según datos del informe, en España ha habido un incremento del 26% en el gas natural vehicular, en 2018 ya casi alcanzamos los dos teras, y un crecimiento de las matriculaciones de vehículos a Gas Natural Vehicular, concretamente un 146%. Asimismo, se contabilizan 71 estaciones de repostaje de gas públicas, de las cuales 19 se crearon en 2018, y hay 46 proyectos de estaciones en nuestro país.

Esto demuestra que los españoles están respondiendo positivamente al gas en movilidad, pero se necesita desarrollar aún más su infraestructura de reabastecimiento para consolidar su posición y eliminar las barreras que se interponen en la senda de estos vehículos.

Rosa María Sanz