Este es un momento relevante, y casi decisivo, para el futuro desarrollo de los gases renovables en España; un porvenir que, en buena medida, se decide en la revisión en curso del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 que el Gobierno de España remitirá a Bruselas a finales de junio.
La actualización del PNIEC se presenta como una oportunidad para elevar de forma audaz y ambiciosa los objetivos de participación de los gases renovables en el mix energético nacional. Y aprovechar así todo el potencial existente para producirlos y hacerlos llegar hasta los consumidores finales a través de la infraestructura gasista. Una meta que permitiría a España incrementar su soberanía energética haciéndola menos dependiente del exterior, reducir sus emisiones, gestionar de manera más eficiente sus residuos y hacer frente al reto demográfico.
El sentido de la oportunidad ya ha quedado reflejado en la elevada participación en las reuniones de trabajo convocadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Si algo ya se ha conseguido con ellas es poner de relieve la importancia de un diálogo constructivo entre todos los agentes para conocer e intercambiar sus opiniones y demandas específicas.
En este sentido, desde Sedigas vamos a apoyar, como ya venimos haciendo, cualquier iniciativa encaminada a alinear los objetivos en materia de gases renovables al potencial real de nuestro país. De esta forma, hemos animado al Gobierno a establecer una meta mucho más ambiciosa, en particular, para el biometano, y cumplir así también las orientaciones marcadas por la Comisión Europea.
La propia Comisión ha publicado recientemente un informe país que sirve de base para las recomendaciones del conocido como “Paquete de Primavera”. Consideramos muy relevante que, por primera vez, se haya incluido una mención específica al potencial español en biometano como palanca estratégica para la transformación de nuestro sistema energético y la descarbonización de nuestra economía.
Resulta más significativo aún que, en este momento de debate público sobre los diferentes escenarios para llevar a cabo esa actualización del PNIEC, la propia Comisión apele a establecer objetivos más ambiciosos y alineados con la capacidad potencial que atesora nuestro país y que, según sus propios cálculos, se situaría en aproximadamente 4.100 millones de metros cúbicos/año que podrían reemplazar hasta el 13% (47,7 TWh) de la demanda actual de gas actual.
Siguiendo esta línea, España tendrá que aumentar su objetivo de energía renovable para reflejar los objetivos climáticos y energéticos más ambiciosos de la UE en el paquete "Fit for 55" y en el Plan REPowerEU.
Y Sedigas, como miembro de Eurogas, es una de las entidades firmantes de la carta conjunta que estos días se ha remitido a los representantes de los Estados miembros exhortándoles a plantear un objetivo vinculante para el biometano en el Reglamento de Gas e Hidrógeno, algo que se plantea fundamental para respaldar la autonomía estratégica y los objetivos climáticos.
Por este motivo, antes de que comience el diálogo a tres bandas sobre el denominado ‘Paquete de gas e hidrógeno’, los Estados miembros deberían tomar en consideración la inclusión en dicho Reglamento de un objetivo vinculante de biometano para toda la UE de 35.000 millones de metros cúbicos, el equivalente a cerca del 10% del consumo de gas natural a nivel comunitario, para 2030.
España debe, en definitiva, ser capaz de aprovechar la enorme oportunidad que se abre ante ella para convertirse, no solo en un hub gasista para Europa, sino en un nodo de desarrollo de tecnologías punteras y sostenibles gracias al hidrógeno renovable y el biometano. Vectores energéticos 100% sostenibles cuya fortaleza radica, además de en su estabilidad, en su altísima capacidad de almacenamiento y transportabilidad gracias a las infraestructuras existentes.
Pero el PNIEC no debe limitarse tan solo a dar ese necesario y definitivo impulso al potencial de producción de biometano. Vemos también clave y estratégico que cualquier escenario dé cabida a los ciclos combinados, parte esencial hoy en día del sistema energético nacional, y que son fundamentales como garantes del suministro eléctrico nacional.
Por todos estos motivos, y visto el espaldarazo procedente de Europa, confiamos en que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico sea capaz de recoger de forma ambiciosa y pragmática en el PNIEC las oportunidades que tenemos como país: ofrecer una adecuada respuesta a los objetivos de descarbonización, garantizar en todo momento un suministro energético competitivo y asequible, y consolidar nuestra posición como referentes europeos en el despliegue de los gases renovables. |