Biometano e hidrógeno, una solución para la competitividad de una industria descarbonizada

En Sedigas estamos firmemente comprometidos con la sostenibilidad y la búsqueda y aportación de soluciones energéticas eficientes y competitivas para la industria española. Por eso, venimos reivindicando desde hace tiempo el papel crucial de los gases renovables para la descarbonización de todos esos sectores para los que, como ya es conocido por todos, no existen hoy alternativas viables al uso del gas natural convencional.

Hace unos días nos acompañaron representantes de algunas de las asociaciones industriales más representativas del país en la sede de la CEOE en la jornada "Gases para la industria: transición, retos y oportunidades". Aquí, presentamos un estudio sobre la evolución de la demanda de gas industrial en el actual contexto energético elaborado por Sedigas en colaboración con PwC y nos permitió debatir e intercambiar opiniones sobre la relevancia de la energía, el proceso de descarbonización y la competitividad industrial del país.

El informe revela que la industria española, que representa aproximadamente el 17,6% del PIB nacional, depende significativamente del gas natural como recurso energético esencial para garantizar su competitividad.

Actualmente, el gas natural consumido por la industria nacional representa el 55% de la demanda total, y desempeña un papel clave en sectores como el refino, la química-farmacéutica y la construcción, entre otros. Los gases renovables, especialmente el biometano y el hidrógeno renovable, emergen como las alternativas más viables para los sectores gas-intensivos. Esto no tiene nada de extraño si tenemos en consideración que el potencial de electrificación de muchos de esos sectores se sitúa entre un 0% y un 5%, lo que evidencia la insuficiencia de la electrificación como estrategia única de descarbonización. En definitiva, pone de relieve una vez más la importancia estratégica de los gases renovables y la necesidad de desarrollar todo su potencial en nuestro país.

Una importancia que no desdice Europa, ya que el biometano es desde hace tiempo un elemento de atención en el marco de las políticas energéticas comunitarias. En este sentido, resulta esencial destacar que España cuenta con un papel fundamental para que Europa pueda lograr el objetivo comunitario de producción de 35.000 millones de metros cúbicos (35 bcm) de biometano al año en 2030, tal y como se establece en el Plan REPowerEU de la Comisión Europea (CE). Además, el informe país de la propia CE incluye una mención específica al potencial español de biometano (4,1 bcm, 47,7 TWh) como palanca estratégica para la transformación del sistema energético y la descarbonización de nuestra economía. De esta forma, sin la contribución ‘solidaria’ de España, acorde con su potencial, la Unión Europea no lograría alcanzar esos 35 bcm en la fecha señalada.

De este potencial, y de las políticas comunitarias y nacionales, debatimos esta semana en la Representación de la Comisión Europea en Madrid, en una jornada organizada con el apoyo de la Biomethane Industrial Partnership Europe, con representantes de la CE, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de asociaciones sectoriales europeas como la European Biogas Association (EBA) y Eurogas, y de empresas líderes de nuestro sector como bp, Enagás GTS, Nedgia y Prezero.

Se puso de manifiesto, en este contexto de urgencia climática y desafíos económicos, que el biometano emerge no solo como una solución energética madura, viable y competitiva para la industria, sino también como una oportunidad para un sector agroganadero en busca de palancas de competitividad y sostenibilidad. Un vector energético que permite la convergencia entre los objetivos del cuidado y protección del medio ambiente y el desarrollo económico, ofreciendo así soluciones y oportunidades para que los sectores primarios no solo sobrevivan, sino que también prosperen, asegurando que puedan enfrentar con éxito los retos actuales a los que se enfrenta.

Sector agrícola, industria, transporte… el biometano es una oportunidad para lograr la descarbonización de todos ellos. Pero no debemos olvidarnos de los hogares y de cómo conseguir que esa demanda térmica doméstica también sea cero emisiones. El biometano que, como ya saben, circula actualmente por nuestra red gasista sin necesidad de haber invertido en su adaptación, es, por tanto, perfectamente válido para las calderas de condensación de alta eficiencia que se instalan cada día en los domicilios españoles. No es necesario buscar, por tanto, soluciones tecnológicas más allá de las que ya tenemos probadas, y que requerirían de una gran inversión tanto individual como en redes.

​En conclusión, es necesario continuar con la reivindicación de la importancia estratégica de los gases renovables en el panorama energético nacional y europeo. Una transición energética que cuenta con los gases renovables representa una oportunidad de futuro, no solo desde una perspectiva ambiental, sino también como una estrategia económica integrada y facilitadora de un crecimiento sostenible y competitivo para nuestra economía. Estamos convencidos de que el biometano y el hidrógeno renovable serán merecedores protagonistas en la descarbonización y, por tanto, en la construcción de un futuro energético más sostenible, eficiente y justo para todos.

Naiara Ortiz de Mendíbil Romo
Secretaria General de Sedigas