El Gobierno español presentaba a principios de enero a la Comisión Europea su propuesta de reforma del funcionamiento del mercado mayorista de la electricidad de la Unión Europea. Hace apenas unos días Bruselas abría también la consulta pública para la elaboración de la propuesta de Directiva, que se estima inicie su trámite legislativo a finales de marzo y concluya, previsiblemente, a finales del segundo semestre, coincidiendo con la presidencia española del Consejo Europeo.
La propuesta española, que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) enmarca en “el proceso de transformación de los mercados energéticos desencadenado por la guerra en Ucrania”, tiene como prioridad rebajar los precios y reducir la volatilidad del mercado eléctrico.
Sedigas desea contribuir al debate sobre la reforma y comparte la opinión reflejada por el Gobierno de España en su propuesta de que el diseño de mercado actual carece de los elementos necesarios para abordar los retos de una descarbonización en Europa que resulte asequible y competitiva. Y también, con gran énfasis, la necesidad de fortalecerlo y dotarlo de los mecanismos necesarios para que sea el garante de la seguridad de suministro de los hogares y la industria.
Y, bajo las actuales circunstancias, poner en valor el papel del gas es esencial. Todo lo experimentado en el convulso 2022 con la invasión de Ucrania por parte de Rusia y sus derivadas geopolíticas nos ha llevado a una evidente conclusión: el gas desempeña hoy en día un rol estratégico a la hora de garantizar nuestra seguridad energética y su papel seguirá siendo esencial en el futuro para poder seguir avanzando en el tránsito hacia un modelo energético más estable, sostenible y soberano, no solo por el potencial descarbonizador de los gases de origen renovable, sino también por ser la llave para avanzar en la penetración de las renovables en nuestro sistema eléctrico, apuntalando su firmeza ante la intermitencia natural del viento o el sol y contribuyendo así a la seguridad del suministro.
Sobre este último punto, es necesario poner más énfasis en el valor de los ciclos combinados, parte esencial del sistema gasista español y que en 2022 fueron fundamentales como garantes del suministro eléctrico. Entre los meses de junio y octubre la generación con ciclos registró una histórica cobertura media de la demanda del 31%, para poder dar respuesta a la baja e intermitente generación renovable. Para el conjunto de 2022, los ciclos combinados superaron una producción de más de 68 TWh y se consolidaron con un 25% del total como la primera tecnología del mix español.
A la vista de estos datos es imperativo reconocer a los ciclos combinados su aportación a la seguridad de suministro. Y no solo hay que continuar con los mecanismos básicos de mercado para retribuir la energía producida (‘energy-only’), sino que resulta fundamental implementar un mercado de capacidad que ponga ya en valor la singular aportación que realizan como tecnología de respaldo y firmeza a la generación eléctrica. Debe reconocer que la exigente disponibilidad operativa requerida para evitar los cortes e interrupciones incrementa significativamente sus costes de operación y mantenimiento ordinarios, así como los asociados a reparaciones, como resultado del sobreesfuerzo de generación necesaria.
A día de hoy, el diseño del mercado eléctrico basado solamente en retribuir la energía producida resulta insuficiente para garantizar la viabilidad económica de la mayoría de los 26.000 MW de potencia instalada en ciclos combinados, que representan algo más del 22% del total. A pesar de su aportación a la cobertura de la demanda y a la garantía de suministro, no recuperan sus costes fijos en el mercado, ya que, al tratarse de una tecnología marginalista, apenas recuperan sus costes variables de operación. Y es que su disponibilidad efectiva se ve afectada por una señal de precios del mercado eléctrico a corto plazo. Para esta tecnología de respaldo, esa referencia resulta insuficiente para justificar el retorno de la inversión.
Sin embargo, el documento que el Ejecutivo español ha trasladado a Bruselas no define de forma específica el diseño de ese mercado de capacidad. Por ese motivo, desde Sedigas ofrecemos nuestra colaboración para concretarlo con el objetivo último de que los ciclos puedan mantener el necesario, y hoy por hoy insustituible, papel de respaldo del sistema eléctrico, atendiendo a las características propias del mercado español. |
Naiara Ortiz de Mendíbil Romo Secretaria General de Sedigas
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