Cambio de tendencia para el sector del gas                                                                                                  Antoni Peris, Presidente de Sedigas

Con la publicación del Informe Anual 2015, documento de referencia en nuestro país que recoge la evolución del año gasista 2015, Sedigas pone a su disposición todos aquellos elementos que dan valor a la industria del gas española. Sin ir más lejos, nos encontramos ante un ejercicio donde destaca el cambio de tendencia en relación con el consumo de gas, que se ha manifestado con un incremento del 4,4%, el mayor registrado en los últimos 7 años.

En esta ocasión, además, contamos con un artículo elaborado por la Directora Ejecutiva de Energía y Cambio Climático en el Consejo Mundial de Empresas para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), María Mendiluce. La autora, que tuvo un papel importante en la cumbre COP21 celebrada el pasado diciembre en París, reflexiona sobre el papel del gas para conseguir los acuerdos de la cumbre y su importancia para la mejora de la calidad del aire que respiramos.

En relación con la expansión del sector, la red gasista ha continuado creciendo hasta llegar a 50 nuevos municipios y cerca de 62.000 nuevos puntos de suministro. Una cifra importante, aunque el sector todavía tiene un amplio margen de maniobra para continuar creciendo. En este sentido, aunque el 79% de la población vive en municipios con gas natural, sólo el 30% de las viviendas cuentan con suministro de gas, elemento que muestra el potencial del sector.

Una de las grandes virtudes del sector gasista recae en la aportación a la mejora de la calidad del aire. En este sentido, cerca del 80% de la contaminación atmosférica que existe en nuestras ciudades procede, mayoritariamente, del automóvil privado y de las flotas de transporte. El resto corresponde a la actividad residencial y de servicios, puertos, aeropuertos y empresas situadas cerca de las ciudades.

En esta línea, el sector del gas ha continuado con la labor de hacer llegar ante entidades y organismos competentes las virtudes del gas en cuanto a la mejora de la calidad del aire que respiramos. Un beneficio que se materializa tanto en la utilización del gas para usos térmicos en edificios de viviendas o servicios, en el transporte terrestre y marítimo, y también en puertos.

Como hecho relevante de este ejercicio 2015, también debemos destacar los pasos firmes promovidos por los organismos europeos para posicionar a nuestro país dentro del corredor sur-oeste de entrada de gas hacia Europa.

España, como es bien sabido, tiene una de las seguridades de suministro más fuertes de la Unión Europea, la de recibir gas de 8 orígenes distintos y de manera doble —ya sea través de gasoducto, como vía metanero, en forma de gas natural licuado procedente de cualquier país del mundo—. Este elemento, que es muy favorable para nuestro país, puede convertirse en un beneficio para aquellos países de Europa con menores recursos de suministro, a través de unas buenas interconexiones con Francia.

No quiero acabar esta carta sin nombrar la puesta en marcha, a finales de 2015, del Mercado Organizado del Gas. Una herramienta que tiene como objetivo establecer una plataforma de compra-venta de gas entre agentes, al servicio de la competitividad y la transparencia del mercado.

Ante un escenario como el actual, donde la calidad del aire y la salud de las personas están teniendo el protagonismo que se merecen, el apoyo del gas natural es básico para conseguir una mejor calidad de vida. Si a estos elementos, se le suma la competitividad económica del sector, sin duda, el gas natural tiene garantizado un importante espacio en el mix energético de futuro.

Antoni Peris